Y así, sin preguntarme, sin haber llamado a la puerta, sin ni si quiera haberme pedido permiso, y aún menos sin haberme mencionado si me parecía bien, todo empeoró, justo cuando pensabas que las cosas no retorcerían más el tornillo, una vez más se pasaron de vuelta, y ésta vez haciendo añicos el destornillador.
NO TIME.
viernes, 26 de agosto de 2011
miércoles, 11 de mayo de 2011
miércoles, 16 de febrero de 2011
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